Pólizas Notariales

Este tipo de documentos recoge un contrato de tipo mercantil y financiero entre una entidad bancaria o financiera y un particular o una empresa. La intervención notarial otorga validez legal y facilita la ejecución ante posibles incumplimientos del documento. Esta intervención notarial es la característica de las pólizas, ya que mientras otras actuaciones como las escrituras o las actas son autorizadas, las pólizas son intervenidas o autorizadas, dando fe de la firma y el consentimiento para la operación realizada y con efectos para exigir el cumplimiento de lo pactado por vía judicial.

Los contratos que se producen en las pólizas tienen características en común: ser de carácter mercantil y financiero, ser propios del tráfico habitual de uno de los otorgantes y es importante que la póliza no puede tener objeto inmobiliario. Dicho de otra forma, el ámbito de acción de las pólizas se resuelve en actos como prestamos, créditos, avales, descuentos, contratos de factoring, de confirming, cesiones de créditos o derechos, constituciones de prenda, concesión de garantias o contragarantías, entre otras variantes.

No se puede formalizar en pólizas notariales: actos de inmuebles, compraventa de acciones o participaciones sociales, reconocimientos de deudas sociales, poderes u operaciones societarias, que solo podrán hacerse mediante escritura pública. Por tanto, solo pueden dar lugar a una póliza los actos y contratos de carácter mercantil y financiero que sean propios del tráfico habitual y ordinario de al menos uno de los firmantes de la póliza. Por tanto, no pueden estar en póliza los demás actos y negocios jurídicos, especialmente los inmobiliarios.

Existen diferentes tipos de póliza en función de las diversas transacciones comerciales y legales que pueden suceder. Se usan como instrumentos para respaldar el cumplimiento de obligaciones o acuerdos. Entre las más frecuentes encontramos:

• Póliza de Préstamo: en este tipo de póliza, el banco entrega un dinero a un particular o una empresa, que se debe devolver en un plazo determinado y con unos intereses y comisiones.
• Póliza de Crédito: en la póliza de crédito, el banco pone un dinero a disposición del prestatario durante un tiempo estipulado, decidiendo el cliente si utiliza todo o parte del crédito
• Póliza de Leasing o arrendamiento financiero: la persona recibe el uso de un bien a cambio del pago de una cuota mensual durante un tiempo determinado, con la condición de, una vez pagadas las cuotas, se optará a abonar una cantidad y adquirir el bien en cuestión.
• Póliza de Factoring: se contrata a un factos o sociedad de facturing a la que se remunera por proporcionar servicios de gestión, garantías y financiación.
• Póliza de Descuento: en la póliza de descuento una sociedad se obliga a anticipar créditos a un empresario que aún no se podían cobrar, facilitando las necesidades de circulante de los empresarios.
• Póliza de Prenda o Pignoración: en esta póliza la persona garantiza alguna deuda mediante la pignoración de activos financieros. Si la persona que da la garantía (pignorante) no cumple las obligaciones, la entidad financiera se cobrará con el dinero obtenido en la venta de los activos pignorados.
• Póliza de confirming: en este tipo de póliza la entidad bancaria actúa como gestor en los pagos aplazados a proveedores, pudiendo ofrecer financiación a la empresa y a los proveedores.
• Póliza de aval: por este tipo de póliza una persona se compromete a cumplir por otra. Es frecuente la modalidad del aval bancario, por el cual un banco garantiza frente a Hacienda el pago por un cliente suyo, que le pagará al banco por conceder este aval. Los avales bancarios se pueden utilizar también para garantizar pagos a proveedores.

Cada tipo de póliza ofrece unas características únicas según el tipo de acuerdo y las regulaciones legales que se le aplican. No obstante, las partes comunes de una póliza notarial son las siguientes:

• Lugar y fecha en la que sucede.
• Identificación de Notario (nombre, apellido, residencia y Colegio).
• Nombres, apellidos y domicilios de las partes intervinientes.
• Calificación del acto o tipo de contrato con el nombre que tenga en derecho o según el uso mercantil que se le atribuya.
• Contenido del acto en cuestión.
• Conformidad y aprobación de los representantes y firma.
• Debe incluir el número total de hojas y anexos que conforman el total del texto.

El papel del Notario ofrece seguridad jurídica a las partes intervinientes del contrato. Además, su neutralidad garantiza que las partes que conforman el trámite reciban un trato justo, informando y asesorando plenamente a todas sobre los términos del documento para evitar abusos o engaños de otras partes intervinientes, sobre todo de cláusulas que puedan incluir en sanciones económicas para los prestatarios. También, con la intervención, el Notario realiza un juicio de capacidad sobre los intervinientes.

Además de ofrecer seguridad jurídica en las pólizas con en su intervención, las dotan de fe pública para que el contenido sea íntegro de acuerdo con lo dispuesto por la ley y aseguren el cumplimiento con todas las leyes y regulaciones. La firma de pólizas notariales ante notario evita la impugnación del documento ante un tribunal y reduce el riesgo de litigios.

Por otro lado, el Notario legitima las firmas y custodia el documento original firmado por las partes, de la cual puede expedir copias para los firmantes.

Existen dos formas de intervenir la póliza. Mediante la incorporación al protocolo general (acta) o al Libro de Registro (diligencia de intervención). También existen dos secciones dentro del Libro de Registro denominadas A y B. En la A se conservan los originales y la B no (letras de cambio o pagarés).

Sea cual sea de las partes intervinientes de una póliza, pida una cita y trámite con nosotros su póliza. Debe saber que tiene libertad en la elección de Notario para ello. Ahora también podemos intervenir diferentes tipos de pólizas mercantiles online para un trámite más rápido y cómodo para usted, firmando con JLA Notarios en un proceso cómodo y moderno, desde su oficina o casa y desde cualquier lugar de España.

La documentación aportada dependerá del tipo de contrato que se haya acordado y se establezca entre los intervinientes. En este caso, la participación implica tanto la aportación de documentación por parte de la entidad bancaria como del prestatario, que lo podemos encontrar a nivel empresarial como particular.

La documentación común que se debe aportar es:

• La entidad bancaria: el representante de la entidad financiera deberá presentarse con el DNI en vigor y con el poder notarial para realizar el trámite, esto es la copia auténtica donde se acredita su representación en nombre de la entidad. Actualmente, los apoderados del banco pueden firmar pólizas de forma totalmente online.
• Empresa: este caso es similar al anterior, debiendo aportar su representante el DNI en vigor y el poder notarial que acredita su representación en nombre de la compañía. También se puede presentar su nombramiento como administrador mostrando la copia auténtica donde se acredita dicha representación. Además, existen otras informaciones relevantes relacionadas en la que se incluye la copia auténtica de la constitución de la sociedad y la del acta de titularidad real. En algunos casos se deberá presentar el acuerdo de la Junta de Socios que haya autorizado la operación.
  Actualmente, el representante de una empresa puede firmar una póliza de forma totalmente digital sin necesidad de acudir presencialmente a la notaría, si así lo desea.
• Particular: la documentación se limitará a que el prestatario presente su DNI en vigor. En el caso de ser extranjero deberá presentar su NIE junto con su pasaporte. Si en la firma de la póliza debiera acudir un representante de esta persona, se deberá aportar el DNI en vigor y el poder notarial que lo acredita a representar el particular.
  Los particulares actualmente pueden firmar digitalmente una póliza en cualquier notaría de España por videoconferencia, sin necesidad de desplazarse a la notaría, siempre que así lo deseen.

El coste de las pólizas notariales está determinado por ley en el Arancel Notarial. El precio por la intervención de pólizas notariales tiene en cuenta, además, el importe de la póliza, el número de folios, el número de firmas o las garantías que puedan existir. El arancel notarial en pólizas se establece en el Real Decreto 1426/1989 de 17 de noviembre.

El precio de los actos notariales está regulado por el Gobierno y se ajusta a la normativa reguladora del ARANCEL NOTARIAL (RD 1426/1989, de 17 de noviembre, por el que se regula el Arancel de los Notarios).

No obstante, el precio exacto de un documento notarial no puede calcularse hasta que se conoce su contenido concreto, es decir, hasta que esté firmado, pues son muchas las circunstancias que lo pueden hacer variar. El número de copias que se pide de un documento, los folios que contiene además de posibles cambios o añadidos pueden variar ligeramente el precio final.

En el coste de una póliza notarial es muy importante la cuantía del préstamo o crédito, el tiempo de duración de la póliza y si hay fianza o aval de alguna de las partes (en el caso de fianza el coste de una póliza se incrementa en el 50%).

Si desea recibir un presupuesto detallado, gratuito y sin compromiso, le invitamos a contactarnos directamente por la vía que le resulte más conveniente. Lo puede hacer a través del formulario de contacto de la página principal de esta web, mediante la sección contactar que encontrará en el pie de página de la web, usando el acceso directo a WhatsApp en la parte inferior derecha de esta página, enviando un correo electrónico a bcn@jlanotarios.com o llamándonos al teléfono 93 159 17 62.

De forma orientativa, y en los casos más prototípicos le podemos adelantar que, de acuerdo a la normativa reguladora vigente, el precio habitual de la formalización ante notario de una póliza sin cuantía es de unos 35 euros.

De forma orientativa, en las pólizas de cuantía como la póliza de préstamo o crédito por un importe de 20000€ el coste de notaría es de unos 90 €, incluyendo IVA. Una póliza notarial de préstamo o crédito de 50000 euros tendría un coste de unos 180-200 euros, incluyendo el iva; y una póliza de crédito o préstamo de importe de 100000 euros costaría unos 300-370 euros.

Lo mejor es pedir presupuesto, ya que este precio indicativo está calculado para un documento de contenido habitual con los importes señalados, con vencimiento de un año, sin garantes o fiadores y en el que el titular de la póliza es un particular. En otros casos el coste variará, por ejemplo, es muy habitual que haya fianza junto a una póliza de préstamo o crédito y en tales casos, el coste de notaría de la póliza se incrementa en un 50%. Además, también puede haber cambios por el plazo o por la existencia de otras garantías y también en el caso de que en la póliza intervengan sociedades es posible tener que incorporar más documentos.

Desde el 9 de noviembre 2023, gracias a la aprobación de la ley 11/2023, de 8 de mayo, es posible tramitar pólizas notariales online por video conferencia.

En JLA Notarios trabajamos de forma empática y dinámica, aplicando las nuevas tecnologías en todos los trámites para su confort y comodidad. Por este motivo, somos también una Notaría online, en la que gestionamos muchos servicios notariales de forma electrónica, para optimizar los tiempos de transacción de su trámite mediante la firma digital por videoconferencia. Si necesita la gestión de pólizas notariales online, no dude en concertar cita con nosotros. Esta nueva vía alternativa le seguirá ofreciendo la misma seguridad jurídica, con ventajas y beneficios incluidos como evitar desplazamientos, ahorro de tiempo, mejora de la celeridad del proceso y agilizar la transmisión de información.

Por tanto, desde JLA Notarios podemos tramitar su póliza sin que tenga que desplazarse de su domicilio o empresa y desde cualquier punto de España, ya que en pólizas trabajamos como notarios digitales y podemos hacer todos los trámites online.

A continuación, contestamos las preguntas que más escuchamos en la notaría.

Las pólizas notariales tienen carácter ejecutivo, por lo cual, según la Ley 1/2000 de 7 de enero de Enjuiciamiento Civil, repercute directamente en el inicio del proceso judicial, sin deber declararse en un juzgado los derechos del demandante.

Es decir, ante un incumplimiento de contrato, la parte que ha cumplido puede solicitar la copia de la póliza notarial en la notaría correspondiente para demandar a la otra parte interviniente, saltándose la fase previa declarativa y buscando en los tribunales la ejecución del derecho reconocido en póliza notarial.

La unidad de acto implica que cualquier acto jurídico se cumpla en ese mismo momento, sin que exista ninguna interrupción temporal. En la intervención de póliza no existe tal requisito, por lo que no requiere la unidad de acto.

Es por este motivo que, aunque el Notario indique el nombre del otorgante, fecha, circunstancia que considere necesario para la firma y sello entre las partes intervinientes, es frecuente que los representantes de las entidades bancarias no estén presentes en la firma de la póliza notarial.

El prestatario (empresa o particular que solicita la póliza) será quien escoja libremente al Notario y también le corresponderá el pago de los honorarios notariales según la ley. Por tanto, el cliente que reciba el préstamo o crédito de la póliza o el que la ha solicitado al banco será quien tenga que pagar los gastos notariales de una póliza.

Con subsanar una póliza nos referimos a corregir errores u omisiones en informaciones incorrectas, detalles faltantes o tipográficos.

Se pueden subsanar las pólizas siempre que el error sea material. Lo puede hacer el Notario.

En caso de errores más graves, como el que pueda existir en tipos de interés, deberán volver los intervinientes para la corrección de la póliza, firmando la corrección de manera presencial o digital.

Hasta ahora hemos escrito sobre pólizas intervenidas. Las pólizas intervenidas son aquellas que han sido firmadas ante Notario y, por tanto, tienen fuerza directamente ejecutiva. Sin embargo, una póliza no intervenida es aquella en la que no se ha producido la intervención del Notario. Por lo tanto, solo muestra el acuerdo original entre las partes involucradas, afectando, sobre todo, a la capacidad ejecutiva de ellas.

La póliza desdoblada es un término del mundo notarial que se refiere a la póliza que es firmada por distintos de sus intervinientes en distintas notarías. Normalmente sucede cuando, en la intervención de una operación, se requiere la firma de documentos por otras partes intervinientes que se encuentren fuera del ámbito de la competencia territorial del Notario.

En una póliza desdoblada el Notario inicial debe conservar el original de la copia y no puede desprenderse de él, pero existe más de un original desdoblado de la misma póliza (tantos como Notarios intervengan) que deberá ser intervenida y conservada por cada uno de los Notarios que hayan participado en el acto, sin poder remitirla entre ellos, pero si debiendo conservarla en su Libro Registro o Protocolo.

Dicho de otra forma, las pólizas pueden ser intervenidas de forma sucesiva y la póliza desdoblada consiste en extender tantas pólizas completas como Notarios intervienen.